En un mensaje enviado a la primera reunión de Estados Partes del Tratado sobre la Proscripción de las Armas Nucleares que se desarrolla en Viena, el Papa sostuvo que «las armas nucleares son una responsabilidad costosa y peligrosa», y señaló que «representan un multiplicador de riesgo que proporciona sólo una ilusión de una especie de paz».